La alcaldesa de Cantillana, Angelines García, ha cogido el testigo en la presidencia rotatoria de la Ruta de Blas Infante. El acto se ha hecho de forma virtual para adaptarlo a las normas vigentes de prevención de la covid-19.
Conocer la riqueza social y cultural los pueblos que formaron parte de la vida de Blas Infante, el padre de la Patria Andaluza, y su legado en los mismos. Con ese objetivo se creó, allá por el 2013 esta Ruta de Blas Infante, formada por Casares, Manilva, Archidona, Castro del Río, Peñaflor, Cantillana, Isla Cristina y Coria del Río. La presidencia de la misma, rotatoria cada seis meses, recae en los alcaldes o alcaldesas de estos municipios. Y en esta ocasión le ha tocado el turno a Cantillana.
El acto simbólico de traspaso de la presidencia se produjo de forma simbólica. Las normas preventivas por la covid-19 y las restricciones de movilidad han hecho que el intercambio del bastón de mando –labrado en una vara de olivo por un artesano de Castro del Río- se hiciera de forma virtual. La alcaldesa de Archidona, Mercedes Montero, le cedió el bastón, y con ello la presidencia, a Angelines García, alcaldesa de Cantillana.
Blas Infante en Cantillana
Tras aprobar las oposiciones a notario con 24 años, debe esperar un año para tener la edad legal para ejercer. Es entonces cuando toma posesión de la notaría de Cantillana, que mantiene de 1910 a 1922, en la esquina de la calle Iglesia con la antigua Severo Ochoa, justo hoy donde se encuentra una placa conmemorativa. En la casa contigua reside con su esposa Angustias tras el matrimonio de ambos en 1919, aunque este edificio hoy no se conserva. Durante doce años paseó por las calles del casco viejo de este pueblo de la vega sevillana. En esta época en el pueblo mantiene amistad con personalidades del movimiento fisiocrático y conoce al médico anarquista Pedro Vallina, que inaugura un sanatorio antituberculoso en las afueras de la localidad. Y por supuesto ingresa en el Ateneo de Sevilla donde seguirá la actualidad social y política.
En Cantillana vuelve a escuchar el Santo Dios a los campesinos, segadores y jornaleros, relacionándolo esta vez con el trabajo y con la tierra. En estos años escribe el Ideal Andaluz y mantiene una actividad política intensa en la capital, inaugurando el primer Centro Andaluz en 1916. Y en cuanto a su actividad profesional desarrolla un gran trabajo por Lora, Peñaflor y Puebla de los Infantes.