La obra «La Insolencia», firmada por Abel García, se ha alzado con el primer premio. Una selección de 31 de las 73 obras presentadas formarán la exposición que se podrá visitar en el Centro Expositivo Ocaña hasta el próximo 1 de agosto.
Cantillana rinde homenaje a uno de sus personajes más ilustres, el artista y pintor Ocaña, a través del Premio Nacional de Pintura Ocaña que instauró hace ahora 3 años. Una iniciativa que está encontrando su hueco, como muestran las 73 obras presentadas desde varios puntos de la geografía nacional.
En la presente edición, la tercera, el ganador ha sido Abel García, que con su obra «La Insolencia» se alzaba con el primer premio. El ganador no pudo asistir al acto por estar en confinamiento domiciliario, pero dedicó unas emotivas palabras a través del segundo clasificado, Ángel Álen, que también agradeció a los allí presentes y al jurado la valoración de su obra. Ambos premios están dotados con 2.000 y 1.000 euros respectivamente.
Durante el acto también se hizo entrega de los premios en las categorías Infantil y Juvenil. Unos galardones previstos para el pasado 4 de junio pero que por la alta incidencia de coronavirus que mantenía la localidad tuvieron que ser aplazados. En este caso, Kendra Noa Rincón, de la vecina localidad de Tocina, se alzaba con el primer premio en la categoría de Primaria, mientras que Adrián Navarro, natural de Constantina, conseguía el galardón en la categoría de Secundaria.
Durante el acto, celebrado en el Centro Expositivo Ocaña, se pudo escuchar la magistral interpretación de la canción que Carlos Cano compuso en memoria del ilustre pintor cantillanero, Romance a Ocaña, a cargo de los músicos locales Gabriel Naranjo y Manuel García. Desde la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Cantillana se ha organizado también una exposición con una selección de 31 de las 73 obras presentadas que podrá visitarse hasta el próximo 1 de agosto (en horario de 21:00 a 22:30 horas los viernes y sábado, y de 11:00 a 13:30 horas los domingos) en el espacio museístico con el que Cantillana rinde homenaje a Ocaña y en el que se puede contemplar parte de su obra, entre ellas, una de sus más célebres: Premonición, también conocida como El Velatorio, en la que el mismo Ocaña imaginaba su propio entierro.
