Cantillana reparte el olor a Semana Santa por todo el mundo

Añoranza Cofrade, marca ideada por el Grupo Campa, ha sacado al mercado lingotes autocombustibles de incienso. Un aroma, junto al de nardo, utilizado también en los geles hidroalcohólicos que evocan a las hermandades de penitencia y de gloria.

“Reinventarse o morir”, así dice el refrán que pusieron en práctica con el inicio de la pandemia José Antonio Calero y Antonio Mendoza, al frente ambos del Grupo Campa y que han lanzado al mercado la marca Añoranza Cofrade. Cuando hace ahora un año todo se vino abajo, sobre todo en el tema de las hermandades tras la suspensión de la Semana Santa en 2020, también quedaron parados los principales proyectos en los que trabajaban, como por ejemplo, los novedosos lampadarios de culto para las iglesias: un modelo “atractivo visualmente” y en sintonía “con la riqueza de nuestros templos” que dejaban atrás esos “lampadarios de cementerio”, como los califica José Antonio Calero, que dirige también la empresa Instalaciones Calero, en Cantillana.

Ante esa situación, los dos empresarios recondujeron sus empresas, y dándole vueltas a ese ámbito cofrade con el que tanto disfrutan, empezaron a trabajar en varitas de incienso, una idea desechada prontamente tras no dar los resultados deseados: el olor a quemado de la caña de bambú del interior desvirtuaba el auténtico aroma a incienso.

Tras “muchas pruebas” y un arduo trabajo de “física y química” para encontrar el producto realmente deseado, lanzan al mercado los lingotes de incienso autocombustible, sin necesidad de pastillas de carbón y por lo tanto, sin el consiguiente olor a quemado ni el fastidioso polvo que desprende. Un formato realmente novedoso pensado, creado, elaborado y lanzado desde Cantillana.

Lingotes de aroma puro a Semana Santa

Estos pequeños bloques de incienso instántaneo, que ofrecen un“perfecto olor a Semana Sana”, hay un arduo proceso de elaboración para conseguir la consistencia, la humedad y la duración deseada”, según indica José Antonio Calero. Tras ellos también se esconde las prodigiosas manos de las mujeres cantillaneras, que de forma totalmente artesanal, fabrican los pequeños lingotes. Este novedoso producto, que fue lanzado al mercado a inicios de esta Cuaresma, se quema por sí mismo y tiene una duración de unos 20 minutos aproximadamente.

Varios de los aromas de los lingotes de incienso autocombustibles.

Otra muestra más de prodigio e innovación son los distintos aromas que han sido capaces de crear o recrear: olores macarenos, trianeros o gitanos. Pero el más vendido, según comenta José Antonio Calero, es el surtido “Añoranza Cofrade” que toma el nombre de su propia empresa y recrea los principales aromas de la Semana Santa hispalense. Recientemente han sacado también al mercado el surtido “Sevilla de Rúan”, que recoge ese aroma “ de lo rancio, del de siempre” como los de las hermandades sevillanas de Cristo de Burgos, Vera Cruz, Santo Entierro o la del Cristo de la Misericordia, su cofradía de penitencia y devoción cantillanera.

Los pequeños lingotes son elaborados a partir de resinas naturales (olíbano, mirra, benjuí almendrado y estoraque, aderezados con vainilla, clavo, pétalos de rosa y azahar entre otras) para recoger toda la esencia y ofrecer un “olor puro y limpio”, como bien señala José Antonio Calero.

Tecnología 3D en un proceso artesanal

Si tras los lingotes de incienso autocombustible hay todo un complejo proceso de creación y elaboración, el incensario ideado para dicho producto tampoco se queda atrás, permitiendo que el bloque permanezca de pie y se queme en su totalidad. A través de impresoras 3D se trabajaron diversos prototipos, hasta conseguir el que cumplía con todas la exigencias. Posteriormente, el modelo elegido se trasladó a ceramistas que se encargan de elaborar los incensarios en barro y barro vidriado de forma artesanal y en los colores más característicos de la Semana Santa: verde, morado, burdeos, blanco… que ayudan a recrearse aún más en el mundo de las cofradías.

Incensarios creados por el Grupo Campa.

En el catálogo de productos creados por el Grupo Campa también se encuentras los geles hidroalcohólicos con olor a incienso. Fruto de las circunstancias, de la necesidad colectiva y guiados por su pasión por la Semana Santa, el grupo empresarial ideó y creó estas soluciones para la desinfección de manos con olor a incienso. Pero no contentos con ello, lograron darle una vuelta de tuerca más al producto y con la llegada del tiempo de Gloria, idearon el aroma floral del nardo, tan característico de este tipo de Vírgenes y que se puede personalizar con la fotografía de la advocación mariana deseada para su venta por parte de las hermandades.

Gel hidroalcohólico con olor a incienso del Grupo Campa. Foto: Grupo Campa.

De Cantillana al mundo

Añoranza Cofrade es una de esas marcas que han venido para quedarse. Aunque los principios son difíciles, como subraya José Antonio Calero, agradecen la “increíble aceptación que ha tenido el producto”. El empresario admite “que ha habido momentos que han estado desbordados por todos los pedidos que hemos tenido que atender”, por lo que subraya “que seguirán trabajando para cumplir con la demanda”.

La forma de venta de sus productos es también otra muestra de la grandeza que esconden Calero y Mendoza. Aunque internet les ha permitido darse a conocer de una forma más rápida y de que sus lingotes de incienso lleguen a todos los puntos de España y otros del mundo como Noruega o Perú, admiten que el principal canal de distribución son los pequeños comercios o tiendas, “que van a ser los que mejor defiendan a los productos, porque también los hacen suyos” al mismo tiempo que “ayudamos al comercio local y de toda la vida”. Hermandades de varios puntos de la geografía andaluza también se han convertido en canales de venta de sus productos.

«Es un orgullo llevar el nombre de Cantillana por todo el mundo»

José Antonio Calero. Gerente Instalaciones Calero.

Y todo este proceso desde el corazón de la Vega del Guadalquivir, convirtiéndose en auténticos embajadores de la “marca Cantillana”, y de lo que José Antonio Calero admite que siente un “enorme orgullo” por lanzar sus productos desde su pueblo, desde Cantillana.

Instalaciones Calero: ejemplo de solidaridad

No solo la venta de todos los productos de Añoranza Cofrade a través de pequeños comercios de barrio o de los de toda la vida es una muestra de la responsabilidad o solidaridad de una de las empresas que están detrás de estos innovadores lingotes de incienso. José Antonio Calero, al frente de su empresa de instalaciones eléctricas y de iluminación, esconde y muestra a su vez un gran corazón lleno de solidaridad en su interior.

El alma máter de Instalaciones Calero, en mitad de la pandemia, con las dificultades propias de tener un negocio cerrado y la caída en su facturación, puso su empresa e infraestructuras al servicio de todo el que quisiera colaborar en la elaboración de pantallas de protección. Un proyecto al que llamó “Cantillana imprime vidas” y en torno al cual congregó a alrededor de 30 voluntarios, organizados en varios turnos y a los que a pesar del miedo por lo desconocido de la covid-19 hace un año, se sumaron a la llamada solidaria. Logró también conseguir unas 10 impresoras 3D, donadas por varios colectivos y entidades cantillaneras y de todos sitios. Y todo con el objetivo de fabricar pantallas protectoras que posteriormente distribuía entre otros, a los centros hospitalarios de Sevilla o a la Unidad Militar de Emergencias. 

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