La localidad se sometió ayer lunes, 19 de abril, a un segundo cribado poblacional de coronavirus tras el ya realizado en octubre del pasado año. Actualmente el municipio se encuentra cerrado perimetralmente desde el pasado viernes tras sobrepasar la barrera de los 500 casos por cada 100.000 habitantes.
Peñaflor está sufriendo los momentos más duros desde el inicio de la pandemia de coronavirus. La localidad alcanza hoy una tasa de incidencia acumulada de 687 casos por cada 100.000 habitantes tras los 25 casos detectados en las últimas dos semanas, según los datos facilitados por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Sin embargo, ayer, día en el que se realizó el cribado, mantenía una tasa de 796 casos por cada 100.000 habitantes tras los 29 contagios registrados en las últimas dos semanas, de los que la mayoría, 20 en concreto, correspondían a la última semana. A pesar de la bajada en el número de casos y por ende en su tasa de incidencia, los nuevos casos que se están registrando hacen presuponer unas semanas difíciles hasta poder rebajar su tasa y relajar las restricciones.
Ante el vertiginoso aumento en el número de contactos, la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía llevó a cabo la realización de un cribado poblacional en la mañana de ayer lunes, 19 de abril, entre los vecinos de Peñaflor. A la prueba acudieron 239 vecinos de las 368 personas que habían sido convocadas inicialmente, lo que supone un porcentaje de 64,5%de pruebas realizadas de las previstas, una cifra superior a la media de los últimos cribados realizados en la Vega del Guadalquivir.
«Me preocupa, además de la situación sanitaria, la situación económica ante el posible cierre de los establecimientos con actividad no esencial».
Pepe Ruiz. Alcalde de Peñaflor.
Hasta la unidad móvil en la que se realizaron los test de antígenos, situada en el Paseo de la Feria, se acercó el alcalde de Peñaflor, Pepe Ruiz, quién ha señaló su “preocupación por los casos detectados en el cribado, a los que hay que sumar los de hoy lunes”, a través de las pruebas realizadas en el centro de salud de la localidad, por lo que admite que “podemos estar muy cerca de llegar o pasar la incidencia de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes”. Ante esta situación, el primer edil se mostró también preocupado, “además de por la situación sanitaria, por la situación económica ante el posible cierre de los establecimientos con actividad no esencial” a partir del próximo viernes 23 si no deja de aumentar el número de positivos por covid-19.
Por su parte, Ana Pérez, delegada de Salud del Ayuntamiento de Peñaflor insistió en “llamar a la prudencia y cumplir las medidas de prevención contra el coronavirus”, porque “a pesar de que los casos que se están detectando actualmente sean leves, hay que cumplir y respetar las normas establecidas” contra el coronavirus. Una de las personas que fueron convocadas al cribado poblacional, y que también fue llamada en el anterior testeo, fue Marisol Naranjo, quién señaló “que estas pruebas son necesarias para estar más tranquilos y poder controlar mejor al virus”.
Peñaflor es actualmente, tras la actualización de datos de hoy, la localidad con la segunda peor situación en relación a la covid-19 de toda la sevillana Vega del Guadalquivir, solo por detrás de Alcalá del Río (689). El municipio, confinado perimetralmente desde el pasado viernes 16 de abril, ha registrado un aumento de más de 650 casos (ayer lunes rozaba los 800) en su tasa de incidencia en menos de un mes tras lograr poner su contador a 0 el pasado 25 de marzo. Un aumento que parece que va a seguir en aumento en los próximos días y que podría conllevar el cierre de toda actividad no esencial a partir de las 00:00 horas del próximo viernes 23 de abril si en la jornada del jueves, día en el que se reúne y dicta las nuevas restricciones el Comité de Alertas de Salud Pública de la provincia de Sevilla, sobrepasa una incidencia de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.
