Grupo Campa, integrada por la empresa cantillanera Instalaciones Calero, ha sacado una nueva gama de gel hidroalcohólico con aromas propios del camino del Rocío. Se suma a los ya lanzados con olor a incienso y nardo propios de las cofradías de penitencia y gloria.
Cantillana, sin hermandad filial, también camina al Rocío. Porque aunque el Lunes de Pentecostés, la Blanca Paloma, no recorra por segundo año consecutivo las calles de su aldea debido a la pandemia de coronavirus, Cantillana sí estará presente en los recuerdos de los rocieros. O más bien, servirá de medio a través del cual evocarán aquello que un día fue.
La empresa eléctrica Instalaciones Calero, integrada en el Grupo Campa, ha lanzado al mercado el gel hidroalcohólico con aromas rocieros. Una nueva fragancia, «Añoranza del Camino» que viene a complementar la gama de geles desinfectantes formada por «Añoranza Cofrade» con olor a incienso y propio de la Semana Santa, y «Añoranza Mariana», impregnado con el olor a nardo, la flor del tiempo de Glorias y de la Virgen por excelencia.
«Hemos buscado rememorar los aromas de los caminos rocieros: ese olor a pino, retama, hinojo, romero…»
José Antonio Calero. Gerente Instalaciones Calero.
Para José Antonio Calero, responsable de Instalaciones Calero, con este nuevo olor se ha buscado «rememorar los aromas de los caminos rocieros: ese olor a pino, retama, hinojo, romero…» que son capaces de trasladar a los rocieros los recuerdos y vivencias de sus caminos, como le han asegurado ya algunos romeros a su creador. Se tratan de «sentimientos embotellados» que permiten evocar emociones, ya que como asegura José Antonio Calero, «un olor es igual de capaz de llevarte a un recuerdo que una fotografía, te puede despertar las mismas emociones». Y con ese planteamiento, el gel hidroalcohólico «Añoranza por el Camino» ha venido también a «llenar ese vacío que tenían los romeros y rocieros, ya que hasta ahora no disponían de nada de este tipo».
Una empresa con ingenio cofrade
Además de este nuevo aroma rociero, Grupo Campa también lanzó el pasado año el gel hidroalcohólico con aromas a Semana Santa y del tiempo de las Glorias. Con el inicio de la pandemia en marzo de 2020 y el descenso en el volumen de trabajo de sus empresas, José Antonio Calero y Antonio Mendoza vieron una oportunidad de negocio en el ámbito cofrade y lanzaron al mercado el gel hidroalhólico «Añoranza Cofrade», capaz, con su olor a incienso, de evocar el aroma típico de la Semana Santa. Pero no contentos con ello, y en un alarde más de ingenio, le dan una vuelta a su producto y sacan a la venta la variedad «Añoranza Mariana», que recoge el olor a nardo típico de las Vírgenes. Grupo Campa ofrece además la posibilidad de personalizar las etiquetas de los botes de gel hidroalcohólico con la imagen del Cristo o Virgen deseada para que puedan ser vendidos o distribuidos por las distintas hermandades.
Sin embargo, el producto estrella de esta empresa llegaría con el inicio en este año de la Cuaresma. Grupo Campa lanzó en febrero pasado los lingotes de incienso autocombustibles: ya no hacía falta las «sucias» pastillas de carbón para impregnarse del olor a incienso. Tras un arduo trabajo de investigación y pruebas para garantizar un producto de calidad, lograron sacar al mercado unos pequeños bloques de incienso que se quemaban por sí solos. Y muestra nuevamente del ingenio de grupo empresarial, consiguieron recrear los tan característicos aromas macarenos, trianeros, gitanos, los de las cofradías de ruán e incluso el de la Hermandad Sacramental de Cantillana, haciendo un guiño a su Cristo de la Misericordia y la Virgen de la Caridad, como comentaba entonces José Antonio Calero.
Instalaciones Calero: ejemplo empresarial
Dedicada a la instalación eléctrica y distribución de energía, Instalaciones Calero es claro ejemplo de empresa comprometida con la sociedad. A pesar de las dificultades propias que ha provocado la pandemia de coronavirus y la caída en el volumen de negocio, José Antonio Calero, alma máter de la empresa, y apoyado en todo momento por su esposa, Soledad Maqueda, no dudó desde el primer momento en poner su empresa e instalaciones al servicio de lo demás en los primeros momentos de la pandemia. Para ello, lanzó la campaña «Cantillana imprime vidas» con la que realizó miles de pantallas protectoras gracias a la colaboración de distintos colectivos, asociaciones, entidades y particulares que donaron impresoras 3D, los materiales con los que estaban hechas y las muchas horas de trabajo en los distintos turnos que se establecieron para responder a la solidaridad cantillanera.
