«Y el Gran Poder todo lo pudo»

Alcolea del Río vivió en la tarde de ayer un momento histórico con la veneración al Cristo del Gran Poder y a la Virgen de los Dolores. Cientos de vecinos pasaron delante de las Sagradas Imágenes en un altar efímero y extraordinario que quedará para la historia.

Miércoles Santo. 19:30 horas. Se abren las puertas de la Parroquia de San Juan Bautista. No había la tradicional bulla expectante en la plaza para ver salida del Señor de Alcolea por las calles del pueblo. Pero Él, que todo lo puede, supo llamar a sus hijos. Una cola constante de personas se formó pocos minutos después que se alargaría hasta cerca de esa “nueva media noche adelantada” en las que las calles se vacían. Todos querían verle. Todos querían pedirle. Porque aunque la primera luna llena de primavera ayer no pudo iluminar su rostro, Él se convirtió en sol y supo iluminar a todos sus hijos.

Ntro. Padre Jesús del Gran Poder de Alcolea del Río

Lo que ayer se vivió en Alcolea fue algo extraordinario. Las circunstancias, que también lo son, así lo hicieron. Un sencillo altar dispuesto en la nave central de la Parroquia de San Juan Bautista resaltaba lo extraordinario de Jesús del Gran Poder y su Madre, María Stma. de los Dolores. Elegante y espléndido. Detrás, un inmenso trabajo y dedicación incansable de la Junta de Gobierno de la hermandad. Los nervios de sus miembros eran los mismos que los de un Miércoles Santo normal: “que salga bien”, “una buena organización, más aún este año” “todo está cuidadosamente medido al detalle”…  y todo para mayor gloria al Señor del Gran Poder de Alcolea, Ése que ayer todo lo pudo. Así lo decía también el hermano mayor de la cofradía, Ramón Torres, quien sentía “una satisfacción y un orgullo grande por poder venerarle y rezarle y mostrarlo al pueblo”, sobre todo, “después de un año tan duro” y “para lo que hemos trabajado mucho para montar este altar”.

Ntro. Padre Jesús del Gran Poder y María Stma. de los Dolores de Alcolea del Río.

Porque un nuevo y extraordinario Miércoles Santo, Jesús del Gran Poder pudo reencontrarse con sus hijos, a los que acompaña a lo largo de sus vidas, y que ayer, quedaba reflejado en medalla del pueblo de Alcolea del Río que llevaba prendida en el cíngulo. Su pueblo lo acompañaba en el sufrimiento de camino al Calvario, al igual que Él acompaña a sus hijos en los momentos más dolorosos de sus vidas para aportarle luz y serenidad. Una luz que ayer, se convertía también en esperanza. Una esperanza reflejada en las flores que nacían a los pies del Señor, allá por donde quedaba derramada la sangre de Cristo. Porque después del sufrimiento, la fe y la esperanza te traen la alegría. ¡Qué caprichosa la vida que ayer quedaba reflejada en esta metáfora!

Y como el Gran Poder todo lo pudo, también su Bendita Madre estaba con Él esperando la llamada de amor a sus hijos. La que por Septiembre y Octubre lo pasea orgullosa en brazos por las calles de su pueblo, ayer lloraba junto a Él, dándole Consuelo en el Rosario de la vida. Una estampa histórica la que recreaban ayer las dos sagradas imágenes. En el deseo de la Hermandad está que la Virgen de los Dolores pueda acompañar, en un futuro, a su Hijo en su Estación de Penitencia la noche del Miércoles Santo.

La Virgen de los Dolores, de la Hdad. del Gran Poder de Alcolea del Río.

Hasta lo imposible, ayer lo pudo el Gran Poder. Porque aunque no pudo salir a las calles de Alcolea, recorrer sus calles, repartir paz y sosiego, ayer sus hijos supieron ir a su encuentro y devolverle el amor. Desde los más pequeños, que sus padres presentaban al Señor para pedirle protección, hasta lo mayores, que con dificultades en algunos casos para llegar hasta sus plantas, solo pedían salud. Sus hijos costaleros, los que le ayudan a aliviar el peso de la cruz cada Miércoles Santo, tampoco quisieron faltar a su encuentro. Tampoco las costaleras del Rosario, las que solo tienen el privilegio de portarle junto a su Bendita Madre para mecerlo y sacarle la sonrisa. Y por poder, ayer se pudo escuchar hasta una saeta y una marcha de Semana Santa en la voz y a la guitarra de los jóvenes Antonio Jesús y Alejandro.

Una túnica extraordinaria

Al igual que todo ayer, la túnica que portaba Ntro. Padre Jesús del Gran Poder también era extraordinaria, tanto por su hechura, como por la estampa que protagonizaba con ella puesta, pues hacía más de 20 años que no portaba la pieza. Conocida popularmente como “la túnica del siglo XVIII”, su origen aún es desconocido. Sin embargo, desde la hermandad se apunta, según también diversos expertos a los que han consultado, que puede tratarse de una túnica realizada a primeros del siglo pasado y por las características del bordado, con cierta influencia del estilo cordobés por la cola en la que acaba la pieza, que pudiese haber sido realizada por algún discípulo de Rodríguez Ojeda por la tipología del bordado.

Detalle de los bordados de la túnica que portaba Ntro. Padre Jesús del Gran Poder de Alcolea del Río.

La túnica bordada, de color granate, pertenecía a la antigua imagen de Jesús del Gran Poder,  de la que hoy solo se conserva el busto y de ahí sus grandes dimensiones, por lo grande que era la anterior talla del Señor. Los bordados se encuentran en la parte delantera, bocamangas y zona baja formando una cenefa alrededor de toda la pieza.

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